No volver los ojos atrás, sin pensar,
salir por el siguiente desvío de la autopista, sin parar,
seguir por la primera carretera que se ofrezca
a mano izquierda y continuar,
devorando kilómetros, como devoramos minutos.
No volver la vista atrás, continuar recto
durante veinte, treinta, cien kilómetros,
da igual y luego torcer a la derecha,
seguir avanzando y sobre todo
no volver los ojos atrás,
hasta conseguir no tener ni puñetera idea de donde estás,
y ante todo: no volver a mirar,
no volver a pensar
no volver a recordar.
Y descansar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario